La "dotta" porque allí nació la primera universidad del mundo, la "rossa" porque es una ciudad comunista de toda la vida y la "grassa" por su tradición gastronómica, como la salsa boloñesa, los tortellini y las albóndigas con guisantes. Así que, para descansar de tanto estudio solía ir a
una "osteria" (restaurante típico de Bolonia) para comer un plato de albóndigas junto a un vaso de lambrusco.
Ingredientes (4 personas):
- 800 gr de carne picada mixta (ternera y cerdo)
- 300 gr de Parmigiano Reggiano rallado
- 1 huevo
- ralladura de 1/2 limón
- 2 puñados de pan rallado
- sal, pimienta negra y un poco de nuez moscada
Para la salsa:
- 800gr de tomate triturado
- 1/2 cebolla blanca
- 1/2 vaso de vino blanco
- 400gr de guisantes
- sal, un poco de azúcar y pimienta negra
Preparación:
Primero echamos la carne picada en un bol, rallamos encima los 300 gr de Parmigiano y añadimos la ralladura del limón. Ponemos también la sal, la pimienta negra y un poco de nuez moscada. Luego añadimos el huevo batido y removemos todo hasta que la mezcla sea homogénea.
Para hacer las bolas de carne, ponemos en un plato el pan rallado, hacemos bolitas y las vamos rebozando en el pan. Reservamos las albóndigas en una fuente y las metemos en la nevera unas 2 horas para que se compacten y evitar que se rompan.
Ponemos a hervir los guisantes antes de empezar a hacer la salsa y cuando estén hechos comenzamos a hacerla. Para eso, cortamos la media cebolla en juliana y la pochamos en una sartén con aceite de oliva virgen extra y la mitad del vino blanco, hasta que la cebolla esté transparente. Añadimos las albóndigas a la cebolla y echamos la otra mitad del vino, el tomate triturado y los guisantes ya cocidos. Para evitar la acidez del tomate echamos un poco de azúcar además de la sal y la pimienta negra. Dejamos cocinar durante media hora a fuego lento y removemos de vez en cuando para que no se peguen.
Buon appetito!
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